Un gran evento con muchas
emociones de principio a fin, en un lugar muy lejano de mi hábitat habitual
pero que valió la pena por disfrutar de una noche de Muay Thai, valiendo toda
la travesía que realizamos.
El día 16 de junio de
2017, aproximadamente eran las 5:25 p.m. cuando estaba en un paradero esperando
la llegada de un bus que me llevara al Instituto San Ignacio de Loyola (ISIL),
iba a encontrarme con un amigo a las 6:00 p.m. para ir a ver un evento de Muay
Thai al distrito de San Juan de Miraflores, llamado SJM Héroes 2017. Pasaba el
tiempo y no veía que ningún carro que me llevara a Miraflores acercarse,
gracias a Dios me acordé de qué el transporte de ISIL podría estar saliendo a
esa hora para el campus de Miraflores, enseguida miré mi celular, me fijé en
una foto que le había tomado al horario del bus, vi que decía que a las 6:05
p.m. salía el carro para Miraflores, visto que no venía ningún carro tomé uno
hacia Salaverry, donde se encontraba el Campus de San Isidro, llegué 10 minutos
antes y pude estar más tranquilo sabiendo que llegaríamos rápido.
Solo demoramos unos 30
minutos en llegar, leí un poco en el trayecto y hablé con Luis, mi amigo que
conocía el lugar donde se iba a realizar el evento. Llegué a ISIL y me encontré
con mi amigo, luego de eso comenzaría la travesía de ir desde Miraflores hasta
la municipalidad de San Juan de Miraflores.
Tomamos un bus hasta el
Puente Benavides, en el bus me sorprendió ver a una chica que se parecía a la
actriz Dafne Keen pero con unos 20 años, muy bonita, me quedé como idiota
mirándola, después de un rato llegamos al puente, tenía muchas ganas de
preguntarle su nombre o su número, era muy bonita, pero ya estábamos apurados
así que la perdí de vista. Bajando para tomar otro bus hasta el paradero CT,
para tomar otro bus hasta la municipalidad.
Llegamos aproximadamente
a las 7:50, al bajar de carro vi las luces del ring que salían hacia el cielo,
aparte del evento de Muay Thai había puesto de comida y juegos para niños y
adultos. El evento estaba bien organizado más no se preveía que tanta gente
asistiera, puesto que muchas personas, incluyéndonos a mí y a Luis, tuvimos que
estar parados. Valió totalmente la pena, apenas comenzó el evento se respiraba
un ambiente muy bueno y también se percibía el aroma a anticuchos y pizzas. El
evento comenzaría con las peleas amateur, aun siendo de menos nivel que las
profesionales demostraron que podían dar un gran espectáculo.
Las primeras peleas
estuvieron muy buenas con bastante técnica, buenas patadas y golpes. Lo malo
fue que ya me dolía la espalda y las piernas de estar parados todo ese lapso de
tiempo, en el descanso y tiempo entre una pelea y otra, los organizadores junto
con el alcalde tiraban regalos entre lapiceros, bebidas energizantes y
mochilas. Alrededor de 300 personas, de todas las edades, asistieron al evento.
Una de las peleas que más me llamo la atención fue la pelea por el título de la
categoría 67 kilos, protagonizada por Juan Diego Seminario y Antonio Martínez
(campeón).
Pero antes de la pelea
sucedió algo que pocos conocedores del Muay Thai esperábamos, el retador en
este caso Juan Diego tuvo que hacer un ritual llamado “Ram Muay Wai Kru”, el
cual me pareció interesante más no para algunas personas que se burlaban del
chico por que demoró como 5 minutos, lo comenzaron a pifiar y a hacer bromas.
Yo le decía a Luis:
- ¿Sabes por qué hace eso?
Él me contestó:
- No sé causa, creo que es algo del Muay Thai
pero parece que le está dando “palta”.
- Sí, mira como lo pifian, me da pena.
Luego era hora de la
pelea, Juan Diego salió desconcentrado debido al “ritual” y eso fue aprovechado
por Antonio, que apenas sonó la campana salió a defender su título. El primer
round fue luchado, yo lo sentí más decidido al campeón defensor, propinándole
patadas a las costillas a Juan Diego y combinando más golpes. La gente al ver
el dominio de Antonio, comenzó a burlarse del retador, riéndose y gritando:
- ¡Usa el ritual! ¡Has el ritual! ¡El ritual!
Antonio no se amilanó y
siguió peleando, a mí ya me dolían las piernas de estar parado pasadas las
10:00 de la noche, Antonio con un sorpresivo izquierdazo aturdió a Antonio y
consecuente a ese golpe le propinó un codazo, que le abrió la mejilla. Acabado
el primer round la gente aplaudía, a pesar de que el “ritual” no les gustara,
Antonio y Juan Diego estaba ofreciendo una fantástica exhibición. En el
entretiempo el alcalde y los sponsors regalaron cosas, luego entró la clásica
anfitriona que fue silbada por casi todo los hombres presentes. En ese minuto
se vio al entrenador de Juan Diego dándole ánimos a su dirigido.
El segundo round sería
más parejo ya con un Antonio menos “palteado” y con más confianza en sí mismo, así
salió dando una patada frontal, la cual impactó de lleno en Juan Diego y todo
el mundo en el evento la sintió, pero no hubo nocaut. Siguió la pelea con
buenos intercambios de golpes, patadas bajas y altas. Hasta que en un instante Juan
Diego sacó un puñetazo giratorio que hizo sangrar al campeón, y le ayudo para
llevar mejor la pelea, en ese momento vimos cómo los entraron en el clinch por
momentos con estrategia de derribarse uno al otro y así sumar puntos. Acabaría
el segundo round, y la gente estaba muy feliz por lo que había visto.
El último round fue el
más emocionante para todos, los so competidores salieron a jugarse el
campeonato, comenzaron saludándose y tocando guantes, luego entraron en las
patadas y golpes. Antonio viendo que Juan Diego estaba sentido de su pierna
derecha decidió propinarle unas cuantas patadas hacia esa zona, el retador
tratando de protegerse bloqueó y contrarresto con el boxeo. Y en una magnífica
ejecución de combo de dos puñetes y una patada alta, Antonio hizo tambalear a
Juan Diego, casi noqueándolo-el público estaba enloquecido-, y gritaban:
- ¡Ya! ¡Ahora! ,
animándolo para el golpe de gracia y el nocaut
Pero Juan Diego se
protegió bien y se fue hacia la esquina aprovechando el clinch, en últimos
minutos los dos ya estaban agotados y terminaron en el suelo. Él público
se puso de pie y con mucha euforia
aplaudió a los dos competidores.
Los dos habían dado una
espectacular muestra del deporte, ya en el medio del ring con el árbitro y el
alcalde, el presentador daría los resultados por parte de los jueces:
- Y los resultados de esta pelea determinan que
el ganador, es la esquina… ¡Azuuuul!
Antonio estalló de emoción, él era el
vencedor de esta magnífica pelea y retenía su título.
Tomándose una foto con
Juan Diego, Antonio saludó al público y a su familia que había traído una
gigantografía con su nombre y una foto. Simplemente una noche soñada para él.
Luego las demás peleas
traerían igualmente emociones, aún más teniendo a peleadores extranjeros, por
supuesto la gente, incluyéndome, apoyábamos a nuestros compatriotas y así fue
cómo las últimas peleas fueron ganadas por los peleadores peruanos, para goce
del público.
El evento culminó
aproximadamente a la medianoche, ya con mucho frío y hambre nos retiramos del
lugar. Ya en el paradero para ir a CT,
por donde vive Luis, esperamos un buen rato pero gracias a Dios vimos un
rato acercarse, le pregunté al chofer si iba a La Marina, por donde yo vivo, me
dijo que no pero que iba al Parque Kennedy -eso me alegró- donde pasaban carros
para la Marina. Tomamos el carro y ya más tranquilos pudimos hablar de lo
genial que había estado el evento. Él se bajó en CT y yo seguí hasta
Miraflores, llegué y vi un carro que me llevaba hacía la Marina y corrí para
alcanzarlo. Ya de regreso a casa le dije a mi pata que ya estaba llegando a mi
casa y le animé si es que otro día podríamos volver a tener otra noche de Muay
Thai.
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